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El repo de bancos se complica y se aleja la meta de reservas con el FMI

22 de Febrero de 2023 | FMI Repo Reservas

El derrumbe de los bonos argentinos tiene un efecto colateral: se traba el préstamo de bancos. Los títulos locales iban a ser utilizados como garantía. El impacto en el acuerdo con el Fondo.

El “repo” o préstamo de bancos contra la garantía de títulos públicos es una víctima del derrumbe de los bonos: su concreción se trabó al volver a cotizar los papeles argentinos por debajo de 30 por ciento.

Lo preocupante es que además no aparecen señales a la vista de que pueda revertirse en el corto plazo esta tendencia motivada por la suba de tasas en EE.UU., que arrastró a los mercados emergentes.

La búsqueda del “repo” por parte del Ministerio de Economía apuntaba a acercarse al cumplimiento de la meta de acumulación de reservas pactada con el Fondo Monetario en el acuerdo firmado hace un año.

En teoría el BCRA debería incorporar de ahora hasta el 31 de marzo cerca de u$s 2.800 millones para totalizar u$s 7.800 millones y así cumplir con lo estipulado con el organismo.

El Tesoro Nacional iba a ser en teoría el tomador del “repo”: así, el monto desembolsado por los bancos iba a poder ser contabilizado como incremento de reservas. Si el tomador hubiera sido el Banco Central, el FMI no los computaría como reservas.

Igualmente, el BCRA no poseía un monto suficiente de títulos en dólares con legislación internacional como para que se utilicen como garantía de la operación. El plazo de la operación inicialmente prevista, dos años, encajaba en lo requerido por el FMI dado que, si era menor a un año, tampoco los dólares podían ser computados como reservas.

No es casualidad que, ante este panorama planteado con el FMI, el lunes haya partido a Washington una misión encabezada por el viceministro Gabriel Rubinstein.

Si bien desde el Palacio de Hacienda se hizo trascender que el objeto de viaje estaba relacionado con la revisión de las metas al 31 de diciembre, la cruda realidad es que lo que está en juego son los compromisos al cierre del primer trimestre del año.

El “repo” venía a reducir los u$s 2.800 millones faltantes para cumplir con la meta a unos u$s 1.800 millones, lo que a su vez podía verse disminuido con la puesta en marcha del dólar soja 3 en marzo.

Entre los justificativos que pondrá el equipo económico sobre la mesa para el virtual incumplimiento al 31 de marzo está la sequía que afecta a toda la producción agropecuaria.

De todas maneras, ese impacto se sentírá a pleno en el segundo trimestre. El staff del Fondo Monetario estuvo en contra de la operación de recompra de deuda por u$s 1.000 millones lanzada por Sergio Massa el 18 de enero y también de mecanismos como el dólar soja, una devaluación sectorial y por tiempo acotado.

Haber incorporado en el acuerdo una meta de acumulación de reservas tuvo como finalidad el evitar el atraso del cambio oficial y obligar al Gobierno a reducir la brecha cambiaria sin mencionar por escrito la palabra “devaluación”.

¿Se pondrá el FMI en un año electoral en una postura más dura con el Gobierno del Frente de Todos? Muy difícil.

Ya adoptó el organismo internacional una postura muy “light” con la Argentina habida cuenta del acuerdo firmado con una muy lenta reducción del rojo fiscal y permitiendo la existencia de una amplia brecha cambiaria y controles e intervenciones en la economía.

La oposición seguramente hará sentir sus quejas al FMI por esta postura dado que traslada la resolución de todos estos desajustes en la economía a quien asuma el 10 de diciembre próximo. Argentina arrastra al FMI en la pérdida de credibilidad de sus programas.

Esta sequía de divisas que aqueja al Gobierno a 10 meses del fin del mandato de Alberto Fernández acentúa las restricciones existentes a los importadores. Aún así, el Banco Central mantiene la tasa de devaluación en torno al 6% mensual, por debajo de la inflación de cada mes.

¿Puede llegar a los mercados el ruido en las negociaciones con el FMI? Al momento del diseño del acuerdo, se contempló la posibilidad de que surjan incumplimientos. Por ello es que se puso un margen de un trimestre entre los desembolsos del FMI al país y la fecha de pago de la deuda de Argentina con el organismo. Un atraso en los desembolsos por incumplimientos no lleva inmediatamente a un default. Brinda algo de oxígeno.

 

Fuente El Cronista