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Reservas al límite, alta inflación y acuerdo con FMI: qué puede pasar con el dólar en febrero

07 de Febrero de 2022 | BCRA Finanzas FMI Tasas

Los analistas que dialogaron con Ámbito remarcaron varios factores que podrían presionar al BCRA para acelerar el ritmo de devaluación, aunque advirtieron que esta decisión no está exenta de riesgos y debería ser coordinada con otras medidas.

Luego de las elecciones legislativas de noviembre, el Banco Central (BCRA) aceleró levemente el ritmo de ajuste del dólar oficial, aunque la tasa de devaluación mensual todavía corre detrás de la inflación. En medio de la discusión sobre el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), los analistas que dialogaron con Ámbito advierten un febrero complicado en el mercado cambiario.

En enero, el tipo de cambio mayorista registró su incremento mensual más alto desde marzo de 2021, al subir 2,2%. Sin embargo, la inflación de dicho mes se habría ubicado cerca del 4%, según las estimaciones del sector privado, lo cual implica que el atraso cambiario continúa.

Más allá de la pérdida de competitividad, los especialistas perciben perciben otros factores que podrían llevar a la autoridad monetaria a acelerar el “crawling peg”.

Por un lado, de acuerdo con el promedio de los últimos 10 años, febrero suele ser el mes de menor liquidación de divisas por exportaciones, ya que es un período intermedio entre la cosecha fina de trigo, y la cosecha gruesa de soja y maíz, que arranca en abril.

“Esta semana, el sector agroexportador liquidó u$s680 millones, el mayor valor desde principios de enero. Pero, la suba se explica por la fuerte caída de la semana previa al entendimiento con el FMI donde la aceleración de la brecha motivó una postergación de liquidaciones a corto plazo”, aclaró a este medio Juan Pablo Albornoz, analista de la cosultora Ecolatina.

En ese sentido, el economista remarcó que en las últimas 20 ruedas liquidaron a un menor ritmo que en diciembre. “Se espera que la oferta de divisas siga declinando en las próximas semanas. Esta menor oferta va a presionar al BCRA en el mercado de cambios. A favor del Central, este mes enfrenta menores vencimientos de deuda que en enero, tanto con Organismos Internacionales como con bonistas (no cortan cupón)”, acotó.

En paralelo, la demanda de pesos suele normalizarse en el primer trimestre luego del aumento estacional de diciembre por la necesidad de pagar aguinaldos, por las vacaciones, o por el pago de impuestos anuales, entre otras cuestiones.

Este combo puede generar que la autoridad monetaria se vea forzada, si quiere mantener el ritmo de devaluación de las últimas semanas, a acelerar la pérdida de reservas para abastecer una firme demanda en el mercado de cambios, tanto para ahorro como para pago de importaciones o vencimientos de deuda privada.

“En las últimas ruedas el dólar oficial corre a un ritmo que ronda el 3,2% efectivo mensual: seguramente apunte a acelerar un poco más esta dinámica, como guiño al FMI”, dijo Albornoz.

En el mismo sentido, el integrante del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), Leandro Ziccarelli, sostuvo que “la aceleración del crawling peg es un hecho, tanto por decisión del BCRA, como por pedido del FMI, y como por la situación de corto plazo”.

La escasez de dólares es clara cuando se analizan las arcas de la entidad presidida por Miguel Pesce. Luego de los pagos al FMI de esta semana por cerca de u$s1.100 millones, las reservas netas, es decir aquellas que no tienen un pasivo como contraparte, bajaron de los u$s1.000 millones (un número que puede variar en función de las diferentes manera de calcularlas).

“Ya no hay prácticamente saldos para intervenir sin afectar algún pasivo en dólares (ya sea usando el oro como colateral, algún REPO, etc)”, profundizó Ziccarelli.

A este complicado escenario se le suma una sequía que podría afectar a la cosecha y reducir el ingreso de divisas. La Bolsa de Cereales redujo su estimación para la cosecha de soja desde las 44 millones de toneladas hasta las 42 millones.

Sin embargo, un informe de una reconocida consultora proyectó que el valor de la cosecha caería muy poco respecto del año pasado, debido a la recuperación de los precios, y que la sequía no sería comparable con la de 2018.

En este contexto, el director de Ánker Latinoamérica, Federico Furiase, remarcó en conversaciones con Ámbito que el BCRA está un trade off ya que, por un lado, debe evitar que que se siga apreciando el tipo de cambio real para no tener problemas por el lado del superávit comercial y para intentar bajar la brecha cambiaria pero, por el otro, una aceleración del dólar se trasladaría a una inflación que ya tiene una inercia con un piso en el 3,5% mensual.

En ese sentido, aseguró que para que haya un “crawling peg” cercano al 3% tienen que pasar dos cosas: que el dato de inflación esté más cerca del 3% que del 4%, y que haya una suba en las tasas de interés nominal anual hasta el 41%/42%.

En esto último coincidió Ziccarelli, quien afirmó que sin una suba de tasas, la autoridad monetaria no va a tener mucho margen para ajustar el tipo de cambio. “El target (optimista), debería ser una leliq a 28 días en torno a 42%”, detalló.

En cuanto al dato de inflación, el miembro del CEPA aclaró que cuando el Banco Central fija las tasas lo hace “mirando hacia adelante”, por lo cual un 4% puntual en enero no resultaría determinante si es que la inflación núcleo sigue estando por debajo.

En sintonía con sus colegas, Albornoz expresó que una suba de tasas “le abre la cancha al Central para acelerar el ritmo de devaluación y no afectar las liquidaciones del agro”.

En resumen, los analistas coinciden en que la menor demanda de dinero, la baja liquidación de dólares esperada y la alta inflación, en un marco de escasas reservas, presionan al BCRA a que acelere el incremento del tipo de cambio, algo que también solicita el FMI para sostener la competitividad cambiaria.

Sin embargo, esta decisión no está exenta de riesgos ya que podría significar un salto inflacionario aun mayor al actual. Además, debería ser acompañada de una corrección en las tasas para favorecer la liquidación de divisas y acotar la busqueda de cobertura cambiaria.

 

Fuente Ámbito