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Trade Rubinstein: cuál es el bono preferido por los inversores en la nueva etapa

Los bonos argentinos en dólares caen entre 35% y 25% este año. El riesgo país se sitúa en 2500 puntos. Analistas ven potencial en la deuda ante un posible anclaje de expectativas tras la llegada de Sergio Massa y Rubinstein a Economía.

Los bonos argentinos operan en mínimos desde 2008 e incorporan un contexto muy pesimista para el futuro de la deuda.

Actualmente el mercado ve altamente probable que el Gobierno encare un nuevo evento crediticio dado el bajo stock de reservas y los próximos vencimientos de deuda.

Sin embargo, el mercado especula que con la llegada de Massa primero y de Gabriel Rubinstein luego al Ministerio de Economía podrían comenzar a anclar expectativas en la deuda, provocando una recuperación en dichos instrumentos.

PESIMISMO EN LOS BONOS

Las paridades de los bonos se ubican en niveles más bajos desde 2008 a la vez que las tasas de interés de la deuda se ubican en niveles sustancialmente más altos respecto de sus pares.

Cuando los mercados emergentes rinden entre 6% al 9,5%, la deuda argentina rinde entre 25% y 45 por ciento.

Esto implica que el mercado incorpora un escenario muy negativo para el futuro de los bonos, con altas chances de ver un evento crediticio.

Los analistas de Banco Galicia remarcaron que, las paridades actuales, en torno a los u$s 25, incorporan un elevado riesgo de default.

“El precio de los bonos en dólares descuenta un escenario donde el Gobierno actual no realiza un ajuste fiscal significativo. Además, tiene incorporada una perspectiva de exiguo crecimiento económico anual, que se estabiliza en torno al 1,2% en el largo plazo. Con respecto a los juicios en el exterior, a través del precio de los activos argentinos podemos inferir que el mercado descuenta que la mayoría tienen resultados desfavorables para el país”, comentaron.

En lo que va del año evidencian una baja del 33% y caen entre 58% y 42% desde que salieron a cotizar tras el canje de deuda.

Por otro lado, en el acumulado del año los bonos muestran bajas de entre 25% y 36 por ciento.

En otras palabras, el mercado sigue mostrando señales de desconfianza hacia la capacidad de pago del Gobierno respecto de sus compromisos de deuda.

Desde PPI agregaron que a pesar de la reciente recuperación, la deuda en dólares aún le queda un largo camino por recorrer.

“Para dar vuelta el acumulado anual, donde las pérdidas ascienden hasta 36%, harán falta más que anuncios políticos y recambios de gabinete. La necesidad de un ajuste fiscal, sumada a una situación apremiante en las arcas del Banco Central, y una espiral inflacionaria, le imprimen urgencia al proceso de toma de medidas que el mercado viene esperando hace días”, dijeron.

RUBINSTEIN ALCISTA

La llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía fue vista como una señal política que despertó cierta expectativa positiva en el mercado ante las chances de ver un volantazo también desde el lado económico.

Esa expectativa se refuerza ahora con la confirmación de Gabriel Rubinstein como viceministro de economía dado que el flamante funcionario tiene un sesgo ortodoxo, contrario a la visión de la actual gestión y con un view más cercano al mercado.

Adrián Yarde Buller, economista jefe y estratega de Facimex Valores, explicó que la designación de Rubinstein se trata de una señal positiva teniendo en cuenta que el economista tiene un diagnóstico más alineado con el del mercado con respecto a los riesgos que enfrenta la economía.

Sin embargo, explica que el contexto macro luce desafiante.

“Rubinstein llega con el desafío de anclar expectativas en una economía con inflación anualizada de triple dígito, una brecha cambiaria que supera el 120%, un alto déficit fiscal y cuasifiscal, reservas netas en niveles críticos y un muy bajo nivel de confianza en el Gobierno. Las últimas publicaciones de Rubinstein reflejan que considera que incumplir el acuerdo con el FMI podría llevar a una hiperinflación”, comentó Yarde Buller.

Ante la posibilidad de que el volantazo político con la llegada de Massa, combinado con el potencial giro ortodoxo que plantea la llegada de Gabriel Rubinstein, el mercado comienza a ver oportunidades dentro de la curva soberana argentina.

Los analistas de Adcap Grupo Financiero remarcaron en un informe que el mercado de bonos sigue en situación de estrés y a la espera de los resultados de las medidas anunciadas por Massa.

Sin embargo, consideran que los bonos soberanos son los que tienen menos downside, especialmente el BONAR 2038 (AE38).

“Consideramos que es una buena alternativa para entrar a la curva de bonos soberanos”, estimaron.

Por otro lado, dentro de sus proyecciones, los analistas de Adcap Grupo Financiero estiman subas potenciales para los bonos soberanos en un promedio de 48% hasta diciembre de 2023 y de 65% para la Provincia de Buenos Aires.

Por su parte, pensando en objetivos para la deuda soberana, Juan Manuel Franco, economista jefe de Grupo SBS, cree que los bonos de la parte media y larga de la curva son los que más pueden llegar a subir.

Los actuales precios de los bonos todavía dan cuenta de que el mercado especula con un eventual proceso de reestructuración.

Según cálculos de Franco, mirando hacia una eventual reestructuración en 2024 y pensando en un Valor Presente Neto de los nuevos bonos a entregar de 30 dólares, el GD35 ofrecería un upside de 90%, seguido de los 83% y 81% que ofrecerían los GD46 y GD41, respectivamente.

Si el Valor Presente Neto de los nuevos bonos a entregar de cara a una próxima reestructuración en 2024 fuera de u$s 40, las mayores ganancias se observarían en el Global 2035, con rendimientos de más de 155%, seguido del 145% y 140% que ofrecerían los Global 2041 y 2046, respectivamente.

Finalmente, para un Valor Presente Neto de u$s 50, las mayores ganancias se observan en el Global 2035 que subiría más del 215%, mientras que los Globales 2038, 2041 y 2046 ofrecerían retornos del 180% al 205 por ciento.

Los analistas de Banco Galicia coinciden en que los bonos del tramo medio son los que mayor potencial alcista tienen.

Desde el banco consideran que ante distintos escenarios para la macro argentina y para el futuro de la deuda local, los bonos indenture 2005 (que reciben mejor tratamiento según nuestro modelo), percibirían caídas menores a los indenture 2016 en los escenarios menos favorables.

Sin embargo, para los escenarios optimistas, el mayor upside potencial se encuentra en los bonos con vencimiento en 2035.

“Analizando los potenciales alcistas de los bonos, observamos que según nuestro modelo, hay mayores incentivos a posicionarse en su variante bajo legislación extranjera. Finalmente, en el caso de los bonos con indenture 2005, los retornos potenciales sugieren un mejor desempeño de aquellos bajo legislación local”, comentaron.

UNA ESTRATEGIA COMBINADA

El inversor no necesariamente debe elegir un solo bono. Puede también buscar una estrategia para captar lo mejor que tiene para ofrecer distintos bonos dentro de la curva soberana.

Es decir, buscar una estrategia que combine paridad, pago de cupones y liquidez.

En ese sentido, Martín Yanzon, head trader de Conosur Investment, considera que a la hora de seleccionar un bono, estos deben ser de ley Nueva York y, entre ellos, ve valor en los GD30, GD35 y en el GD38.

Sobre el GD35, Yanzon le ve atractivo gracias a que es un bono que está cotizando a su menor paridad posible.

“Eventualmente, ante un arreglo en el esquema de tasas, tiene una potencial suba mucho más elevada en termino de paridad que el resto de los bonos”, comentó.

El head trader de Conosur Investment también ve valor en el GD38. “Al tener un cupón tan elevado, genera que la duration sea mucho más corta y que tengamos un adelantamiento de capital mucho antes. La duration más corta hace que sea atractivo ya que nos deja cobrar dólares mucho antes que el resto”, explicó.

Yanzon cree que el GD30 también es un bono a tener en cuenta. “El GD30 tiene un premio por su elevada liquidez pese a que es el que menos puede subir de los tres. Permite entrar con un buen spread y paralelamente salir con posiciones grandes gracias a la alta liquidez”, afirmó.

Finalmente, y en cuanto a la estrategia, advierte que se puede invertir en esos tres o buscar armar una cartera entre esos tres bonos. “En un escenario en donde es tan azaroso el resultado que puede llegar a ocurrir, tener tres posibilidades no es una mala idea”, comentó.

 

Fuente El Cronista